Las desviaciones u obsesiones son de gran diversidad y quizás
existan algunas que aún no se descubren o que todavía no son consideradas como
tal. Para comprender sus consecuencias lo fundamental es conocer que siguen un
patrón de conducta donde la persona pierde el control, es incapaz de detenerse
y su voluntad queda supeditada al “objeto” obsesivo. Cuando no se está en
contacto con dicho elemento, la persona se siente ansiosa, inquieta, molesta,
deprimida, etc.
El individuo obseso ostenta un origen emocional
que lo impele a consumir, contactar o realizar actividades para satisfacer el
estado de ansiedad en que se encuentra. El consumo, la toma de contacto, o el
desarrollo de la acción obsesa son un placebo para subsanar tales emociones; no
obstante, luego de que los efectos terminan, la persona siente un incremento de
sus manifestaciones.
A continuación observemos el significado del
conflicto emocional que esconden algunas de las obsesiones más comunes, siendo
unas de ellas, incluso, “aceptadas” socialmente. Los conflictos se esbozan de
un modo general y es posible que al estudiar un caso en particular difiera de
lo que aquí se plantea. Veamos:
Alcoholismo: El conflicto que esconde una persona
alcohólica se relaciona con la madre. La madre en un contexto de ausencia o
negligencia o sobreprotección. El individuo ostenta una gran necesidad materna.
Si existe sobreprotección la persona teme a la responsabilidad o enfrentar uno
o todos los aspectos de su vida adulta, se percibe incapaz de hacerlo sin la
ayuda de mamá. En los supuestos de negligencia o ausencia se trata de la
carencia de una responsabilidad que su madre no cumplió. En estos casos se
presenta gran resentimiento por los vacíos emocionales que la abstención de la función
materna suscitó.
Tabaquismo: Esta adicción se relaciona con la libertad,
independencia, autonomía y la forma en la que la persona se comunica con el
entorno. Está vinculada con necesidades pendientes de tu infancia como: la lactancia,
protección, afecto y aceptación. Aspectos que derivan en un conflicto con el
territorio (el espacio de la madre). El territorio está proyectado en: la casa,
el trabajo, el lugar de estudio o en lo que lo sustente. El humo es la forma de nublar y alejarse de
lo que ve en su territorio.
Drogadicción: El conflicto principal es
que el individuo se percibe ignorado, no reconocido o apartado por su clan
familiar, en especial por el padre o la representación del mismo. El abandono
de sus padres o la falta de atención son la búsqueda inconsciente que emprenden
a través de alguna droga o sustancia alucinógena. Las drogas les estimulan y
los transportan a un mundo donde creen subsanar o recrearse en lo que desean o
desearon.
Trastornos alimenticios: El
conflicto en esencia es con la madre, en un contexto de asco o fastidio por el
alimento materno. La persona, que frecuentemente es de sexo femenino, percibe a
su madre como tóxica. De modo inconsciente cree que el alimento de la madre daña
y lastima. En la bulimia se refiere a expulsar el alimento que causa toxicidad y
en la anorexia a no consumirlo. El comer en exceso significa carencia de madre.
Comprador compulsivo: El
conflicto describe una carencia de infancia donde quizás no se tuvo las
necesidades mínimas cubiertas o se tuvieron demasiadas. Esto último simboliza que se cubría con cosas,
el amor y la atención no dados.
Vigorexia: Se trata de personas que quieren
vigorizarse, se sienten frágiles. Ocultan una debilidad, una desvalorización
importante frente a los demás, o también, con respecto a una situación que
creen son incapaces de realizar o ejecutar.
Ludopatía: La obsesión es a jugar,
precisamente el conflicto que ostentan. Se refiere a un niño que no jugó o que creció
demasiado rápido y no disfrutó su niñez. Asimismo, que siente que jugaron con
él o ella.
Adicción al sexo: En esta adicción el
conflicto se relaciona con no ser el designado (a). No ser el elegido de la
madre o del padre, según el sexo. Si es mujer, de su padre y si es hombre, de
su madre. El individuo busca ser el elegido a través de sus parejas sexuales.
El sexo es vivido en exceso o carencia.
Trabajólico: El conflicto que se
presenta en las personas adictas al trabajo tiene su origen en la relación con
el padre. El individuo busca reconocimiento, atención y valoración del
susodicho.
Las obsesiones evidencian por lo general, carencia,
un vacío o un exceso vivido en la infancia con relación a la madre, padre o
clan familiar. Estas provocan miedo, incapacidad, repulsión, dolor,
desvalorización o rabia de la situación experimentada, lo cual puede vivirse de
manera traumática o acumulada. El individuo busca atención, afecto, expresión,
ayuda y/o seguridad y “lo suple” con el elemento obseso. Todas las desviaciones
ocultan una emoción y el inconsciente responde al daño que crea la misma, con
una demanda. La interpretación de ésta, varía de acuerdo al grado de necesidad
y conflicto del individuo; evidenciándose mediante una adicción, compulsión u apego.
Saber el conflicto emocional es una compresión que
facilita la toma de consciencia en el individuo obseso, y le permite la
identificación y reconocimiento de su situación. La persona adicionalmente requiere
seguir un tratamiento de desintoxicación o abstinencia que le devuelvan la
cordura. La recuperación se consigue cuando el individuo una vez desintoxicado,
se mantiene en consciencia del conflicto que originó la obsesión, cambia la
percepción de los hechos y comprende su vida. Aparte acompaña su nueva
perspectiva, con la toma de decisiones que la mantengan en un estado de
reconciliación con ella misma y la vida. De este modo evitará recaídas o la adquisición
de una nueva obsesión.
¡Te
invito a compartir tus experiencias sobre el tema!
Escritora
y Certificada en BNE
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Luz-en-tu-camino-interior
Twitter: luzentucamino26
[1] Luz
Quiceno, 2015, De sol@s que se casan y casad@s que hacen pareja, Pág 178-181.
Bookprinting, Londres/UK.
Hay que hacer conciencia, para trabajar asertivamente la problemática. Yo soy compradora compulsiva!! Y trabajo en ello.
ResponderEliminar¡Gracias por el comentario!Las adicciones siempre tienen un origen emocional y liberar es el camino a la curación.
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