El primero es un arquetipo expuesto por primera vez por Dan Kiley,[1] como
un síndrome aplicado a personas adultas, en especial hombres, que no aceptan
las responsabilidades propias de su edad, llamado “PETER PAN”; se trata de un
individuo que se niega a crecer emocionalmente. Presentan patologías como:
ansiedad, depresión, narcisismo, machismo y conflictos sexuales referentes a su
rol. El segundo arquetipo, ANTÍGONA, expuesto como un complejo por Wolman B.B[2], el
mencionado complejo se basa en la tragedia mitológica de Sófocles, en ella se nos muestra la historia de Antígona, una mujer fiel a su sangre
hasta la muerte. Ella vivió toda su vida acompañando a Edipo, su padre y hermano, en el destierro al que fue condenado por
haberse casado con Yocasta, su propia
madre (y por ende, madre también de sus hijos) y haber matado a su padre y
antiguo rey de Tebas, aunque sin saberlo. Al morir Edipo, Antígona vuelve a
Tebas y se ve sumergida en la trama de sus hermanos, Etéocles y Polínices, lo cual la llevará a la muerte. Es el caso
extremo de amor y sacrificio hacia los padres y hermanos, ella renunció al amor
de pareja que le ofreció Hemón, hijo
de Creonte, por involucrarse en la tragedia de sus hermanos.
En su origen, los creadores de los mencionados arquetipos asocian a
PETER PAN con una conducta masculina, y
a ANTIGONA, con una femenina; no
obstante, debemos puntualizar que aunque es una inclinación, actualmente se
conciben ambas conductas tanto en
hombres como en mujeres. En el presente, existen mujeres que adquieren comportamiento de PETER PAN, dada su interpretación de la “liberación
femenina”; ellas se resguardan en este
modelo por las mismas razones inconscientes que lo hacen los hombres. Podemos
decir que es una conducta “moderna” de ciertas mujeres, mientras que ANTÍGONA
equivale más a la mujer antigua, sometida, sumisa y dependiente. También el
arquetipo de ANTÍGONA se presenta en hombres, existen hijos varones que después
de 30 años continúan al lado de sus padres, sumisos y sacrificados.
Lo de verdad relevante en estos arquetipos es el factor común que los
une, por eso subrayaremos sobre el mismo, el enquistamiento filial, en
otros términos, es la negación a cortar los lazos emocionales y físicos que los
unen a sus padres (o el modelo que los halla representado); la persona continúa
refugiándose en ellos para continuar supliendo sus necesidades. Son seres
incapaces de emanciparse, están educados
en la dependencia y el apego; sus padres por lo general los han sobreprotegido
debido a la imposibilidad de darles lo que requieren.
Los padres de PETER PAN y ANTIGONA atan
a sus hijos desde el momento de la concepción, hilando una red pegajosa,
elástica y sólida, entre ellos. En algunos casos la red los unirá por el resto
de su vida (si el hijo en la edad adulta se hace cómplice). Por un lado los
padres sintetizan en la red sus miedos, incapacidad e ignorancia, y por el
otro, el hijo busca sobrevivir
emocionalmente, en un desierto de amor, desafección o manipulación. Aunque
pueden existir otras disquisiciones sobre este encadenamiento filial, como
algún hecho traumático, el efecto será el mismo para los hijos: “se
encuentran ligados a sus padres y han
aprendido a desempeñar un rol dentro de su familia que continúan ejerciendo en
la edad adulta y del cual son incapaces de desprenderse, privándose del derecho
a establecer una vida conyugal y familiar propia, que los pueda conducir a
satisfacer la Integridad”.
PETER PAN y ANTÍGONA son seres con una conducta pueril, se caracterizan
por su falta de compromiso y responsabilidad, en gran parte de sus actuaciones.
Como consecuencia se marginan de vida marital para evitar adquirir obligaciones
de tipo económico, doméstico, paterno/materno y afectivo. Si logran ser padres
les costará relacionarse con sus hijos como padre o madre, lo harán asumiendo
un rol marital, fraternal o de hijo de sus hijos, tal como lo tengan codificado
en su red de atadura con los progenitores. Dependiendo del grado de adherencia,
algunos pueden estabilizarse sentimentalmente por cortos periodos, no obstante,
para algunos, la telaraña será elástica
y terminará atrayéndole de nuevo, hasta que el nivel de conciencia personal le
dé los instrumentos que requiere para cortarla y soltarse.
Para hacer mayor claridad sobre la degradación de PETER PAN y ANTÍGONA,
la podemos asociar con adjetivos coloquiales como “solterón”, “hombre-niño”,
“mujer- niña”, “novio eterno”, en fin, términos que en alguna oportunidad hemos conocido y escuchado. En oportunidades
este hijo y hermano consigue ser el centro de atención de la familia, en especial
si es la “oveja negra”, él envuelve la vida de todos en un caos, cabe anotar
que proceden de familias disfuncionales y esta actitud fútil les conviene a
todos, suele convertir la vida de todos en una
montaña rusa, donde permanecen padres y hermanos entretenidos, incluso
en el supuesto de ser una persona
introvertida, ya que genera una constante preocupación para los demás;
son el tema principal de la familia. Una conducta extrema puede desencadenar en
una patología, reflejada en una enfermedad física o mental que le incapacite,
de este modo consigue demandar el cuidado y la atención constante, exculpando así su actitud pueril y atándole
de por vida a sus padres, que es el
propósito inconsciente que quiere lograr. Son seres abstraídos para suplir sus
necesidades emocionales y en ocasiones, las físicas.
Tomado del
libro:
“De sol@s que se casan y casad@s
que hacen
pareja”
Luz Quiceno
R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario